En la época prehistórica, hacia el año 6000 antes de cristo, el delta estaba dividido en dos reinos separados por el Nilo; uno era árido y se llamaba reino de Junco, y otro más fértil que era el reino de la Abeja. Estos reinos estaban gobernados por dos hermanos: Osiris y Set; sus consortes eran también hermanas: Isis y Nefer. Set, rey de Junco, estaba celoso de su hermano Osiris, que inventaba y divulgaba generosamente, los principios de la agricultura. Set rencoroso por su inferioridad moral, invitó a Osiris y a su esposa a un banquete.
Después con la excusa de ver quién era capaz de entrar en una caja ataúd, hizo que su hermano Osiris se echara dentro y cerrando la tapa a traición, lanzo el ataúd al Nilo.
La caja de Osiris, muerto, fue llevada por las olas a la playa de Fenicia, al pie del Líbano, y allí, en el lugar de Biblos, Quedó depositada en una mata de tamarisco.
Isis corrió en busca de su esposo hasta encontrarlo en Biblos, lo resucitó con conjuros mágicos y ambos regresaron al delta. Osiris perdono a Set y este para celebrar la reconciliación, le invitó a un segundo banquete. Esta vez no se limitó a asesinarlo: dividió el cadáver en trozos y lo repartió en diferentes lugares. Isis fue piadosamente a recogerlos y los reunió; pero no pudo infundir vida a Osiris porque faltaba una parte que se había comido un pez del Nilo. Con la muerte de Osiris, Set se convirtió en un nuevo gobernante de Egipto, con su hermana Neftitis como consorte.
Osiris amortajado con vendas, paso al reino de los muertos, que está al Oeste, y quedó reconocido como Juez inapelable que decide la suerte de las almas que van llegando después de pasar las pruebas del camino.